sábado, 12 de marzo de 2011

PAPÁ OLVIDA

PAPA OLVIDA por: W. Livingston Larned

Escucha, hijo: voy a decirte esto mientras duermes, una manecita metida bajo la mejilla y los rubios rizos pegados a tu frente humedecida. He entrado solo a tu cuarto. Hace unos minutos, mientras leía mi diario en la biblioteca, sentí una ola de remordimiento que me ahogaba, culpable, vine junto a tu cama. Esto es lo que pensaba, hijo: me enojé contigo. te regañe cuando te vestías para ir a la escuela, Te regañe por que no te liampaste los zapatos. Te grité por que apenas te mojaste la cara con una toalla. Te grité por que dejaste caer algo al suelo. Durante el desayuno te regañe tambien. Volcaste las cosas. Tragaste la comida sin cuidado. Pusiste los codos sobre la mesa. Untaste demasiado el pan con mantequilla. Y cuando te ibas a jugar y yo salía a tomar el tren, te volviste y me saludaste con la mano y dijiste; "Adios, papito!" y yo fruncí el entrecejo y te respondí : " Ten erguido los hombros!" Al caer la tarde todo empezó de nuevo. Al acercarme a casa te vi, de rodillas, jugando en la calle. Tenías agujeros en las medias. Te humillé ante tus amigitos al hacerte marchar a casa delante de mí. Las medias son caras, y si tu vieras que comprar las tú, serías más cuidados. Pensar, hijo, que un padre diga eso. Recuerdas más tarde, cuando yo leía en la biblioteca y entraste tímidamente, con una mirada de perseguido? cuando levanté la vista del diario, impaciente por la interrupcion, vacilista en la puerta. " Qué quieres ahora?" te dije bruscamente.
Nada respondiste, pero te lanzaste en tempestuosa carrera y me echaste los brazoz al cuello y me besaste, y tus bracitos me apretaron con cariño que dios había hecho florecer en tu corazón y que ni aun el descuido ajeno puede agostar. Y luego te fuiste a dormir, con breves pasitos ruidosos por la escalera. Bien, hijo; poco despues fue cuando se me cayó el diario de las manos y entró en mi un terrible temor. Qué estaba haciendo de mi la costumbre? La costunbre de encontrar defectos, de reprender; esta era mi recompensa y a ti por

No hay comentarios:

Publicar un comentario